martes, 21 de junio de 2011

Premios Goya: Adiós a los niños prodigio

A cuadros me he quedado cuando leí la noticia de que La Academia de Cine Española no iba a permitir que los menores de 16 años pudiesen optar a un premio Goya. Puede que sea una buena decisión pues el éxito temprano podría crear profesionales arrogantes que en un trabajo como este no serian un buen ejemplo para las nuevas generaciones, pero las razones son diferentes, de hecho es la razón más tonta que he leído en mucho tiempo. La academia Alega que los menores al ganar un premio se convierten inmediatamente en miembros de esta y por consiguiente tendrán unos deberes legales que no podrían cumplir.

Es aquí donde yo me pregunto, ¿Qué deberes? Y ¿La academia es consciente que las obligaciones legales que adquiera un menor serán realizadas por su tutor legal hasta que este tenga 18? Vamos, que no tiene que haber un problema, y menos teniendo en cuenta que la academia de cine española solo se le ve la cara cuando hay que elegir un nuevo presidente o en los Goya, porque, visto lo que han hecho con el señor Alex de La Iglesia, que se intento implicar en el debate de la transmisión de datos en internet fue inmediatamente desautorizado por el gobierno aun siendo este un afectado directo de esta situación, que con la decisión del gobierno central no ha hecho sino elevarlo a él a una categoría más alta y al gobierno y las distribuidoras a una más baja e interesada.

También puede ser que los de la academia tengan miedo de que haya un presidente joven de esta, con nuevas ideas que pudiese acabar con unas bases solidad y anticuadas que les da a todos los más poderosos muchos beneficios. Bueno, la verdad es que no sé cómo funciona la academia, ni cuánto cobran, ni nada, pero por sus reacciones y últimas actuaciones, hacen creer a los ciudadanos de a pie como yo que la cosa es más o menos así.

No sé hasta dónde vamos a llegar, después de ver cientos de jóvenes pidiendo un país mejor, y luego ser testigos de un hecho como este que limita a los más jóvenes y solo se limitara a dar palmaditas en la espalda ante un posible trabajo esplendido. En el arte, un premio no solo sirve para reconocer el talento de alguien, sino que además sirve también para que el premiado se centre en sí mismo, que no baje el nivel y que busque superarse aun mas. De no ser por premios así no tendríamos ahora profesionales como Jodie Foster, que con 14 años llamo la atención del mundo y ahora tiene papeles tan significativos como el de su película en The Silence of The Lambs o la recientemente dirigida por ella The Breaver. En fin, que parece que el mundo está sufriendo un retroceso, después de 500 años buscando emanciparnos de los estamentos y las censuras, tanto trabajo está siendo en vano.